Enfermedades comunes a varias especies
Fiebre aftosa
La Fiebre aftosa (FA) es una enfermedad altamente contagiosa, que afecta a los
animales de pezuña hendida, domésticos y salvajes. Se caracteriza por la
formación de vesículas o ampollas y erosiones en la mucosa bucal y nasal
externa, y en la piel situada por encima y en medio de las pezuñas; pueden verse
afectadas otras áreas como los pezones.
El agente causal de la enfermedad es un enterovirus de la familia Picornaviridae.
Es un ARN-virus del que se han identificado 7 tipos distintos inmunológica y
serológicamente, como tipos O, A y C y tipos de territorios sudafricanos (SAT-1,
SAT-2, SAT-3) y Asia-1. Existen además al menos 65 subtipos identificados por
medio de pruebas de fijación de complemento. Los tipos O, A y C aparecen en
varias partes del mundo, mientras que los tipos africanos, SAT-1, SAT-2 y SAT-3,
no se encontraron fuera de Africa hasta 1962. El tipo Asia-1 se ha identificado
en Pakistán, India, Israel, Irán, Irak, Hong Kong, Tailandia y orientales. El
virus se transmite por contacto con los animales infectados (principalmente por
aerosoles), por productos animales infectados y objetos contaminados.
En el ganado bovino los signos característicos son: pirexia, laxitud, anorexia,
salivación excesiva, chasquido de labios y babeo, acompañado de formación,
ruptura y erosión de las vesículas o aftas bucales. La afección de las patas
condiciona la aparición de cojeras. La lactación se encuentra disminuida y son
comunes los abortos y la mastitis. La mortalidad en los animales jóvenes puede
llegar a ser hasta de un 50%, aunque en adultos pocas veces es mayor del 5%.
En suidos se observan signos similares; la cojera con una marcha insegura puede
ser evidente. El período de incubación es de 1 a 5 días o más.
Las vesículas o ampollas no son patognomónicas para la FA, puesto que en la
Estomatitis vesicular también se presentan, lo mismo que en el exantema
vesicular y la Enfermedad vesicular del cerdo. Las lesiones vesiculares clásicas
pueden no estar presentes y cuando se presentan, normalmente se rompen dejando
una superficie erosionada, hemorrágica y granular, en la mucosa bucal y nasal en
los epitelios de las patas. En la necropsia se pueden encontrar lesiones
gastrointestinales, particularmente del rúmen. En casos esporádicos aparecen
lesiones en el peritoneo, vulva o escroto. En los terneros se pueden observar
lesiones miocárdicas grises, amarillas o blancas (Corazón atigrado). En el cerdo
y ovejas las lesiones linguales son generalmente más pequeñas que las de los
bovinos.
El diagnóstico por clínica o lesiones no es del todo seguro, por lo que se hace
necesaria la confirmación en laboratorio.
No existe tratamiento posible, siendo obligatorio el sacrificio tras la
aparición de un brote. En los países donde la enfermedad es enzoótica, la
incidencia de la enfermedad es controlada por programas de vacunación. En los
países libres de FA, ésta es erradicada por medio de sacrificio, siguiendo con
una total desinfección de instalaciones. En estos casos, los animales
sacrificados deben ser destruidos por incineración.
Estomatitis vesicular
Enfermedad viral que afecta a los bovinos, equinos y porcinos, caracterizada por
la producción de máculas, vesículas y erosiones en la membrana mucosa oral, o
sobre la piel de los pezones o de las patas. En bovino es frecuente que se
desprenda casi todo el epitelio de la lengua. La enfermedad está producida por
un virus perteneciente a la familia Rhabdoviridae, género vesículovirus,
sensible a los cambios de pH, especialmente ácido.
Los signos clínicos aparecen tras un período de incubación de 2 a 4 días. La
sintomatología es semejante a la de la Fiebre aftosa, por lo que se pueden
confundir. Se observa un período corto de fiebre y posterior aparición de
pápulas y vesículas en la boca, los pezones, los espacios interdigitales y la
banda coronaria. El animal presenta salivación profunda. La localización de las
vesículas es variable según los brotes, en algunos puede estar localizada
predominantemente en la boca, y en otras en los pezones. Las lesiones en las
patas se presentan en algunos brotes y en otros no, y aparecen en más
frecuentemente en los cerdos. La recuperación suele ser en una semana, sino se
producen complicaciones, que normalmente consisten en infecciones bacterianas
secundarias, micosis y mastitis.
La estomatitis vesicular es clínicamente indiferenciable de la Fiebre aftosa,
Enfermedad vesicular porcina y del exantema vesicular del cerdo. Se debe
realizar además diagnóstico diferencial con IBR/IPV, DVB/EM y Lengua azul.
No hay tratamiento específico. Los antibióticos pueden impedir la infección
secundaria de tejidos escoriados. En cuanto a la profilaxis sanitaria, se deben
restringir los desplazamientos de animales y efectuar rápidamente un diagnóstico
de laboratorio. Los camiones y los purines deben ser desinfectados. En lo
referido a profilaxis médica, se han probado experimentalmente vacunas con virus
inactivados y atenuados, pero aún no están disponibles en el mercado.
Leptospirosis
Enfermedad muy contagiosa que puede afectar a todas las especies animales
salvajes y domésticas, causada por Leptospira interrogans y caracterizada
clínicamente por procesos hepatofrénicos y mortalidad perinatal. Su importancia
es epidemiológica, por la abundancia de portadores, principalmente perros, y
sanitaria, ya que es zoonosis mayor.
El agente causal es sensible al medio, sólo sobrevive en zonas acuosas con
medios de pH neutro-ligeramente alcalinos y sin muchos restos de materia
orgánica. Todas las especies animales son sensibles, con predisponencia especial
en perro, bovino y porcino. Existen diferentes serovares de la misma especie de
Leptospira, afectando más gravemente cada serovar a unas especies animales que a
otras:
- Cerdo: L. i. pomona
- Perro: L. i. canicola
- Bovino: L.i. grypothiphosa
- Equino: L.i. grypothiphosa
- Rata gris: L. i. icterohemorragiae (importancia epidemiológica porque los
roedores actúan como reservorio, sin que la bacteria produzca procesos más
graves según la especie animal afectada).
El contagio se produce generalmente a partir de material abortivo, leche y
principalmente orina. Perros y cerdos eliminan bacterias durante un año después
de la infección, bovinos y équidos la eliminan durante 3-4 meses después de la
infección, y los roedores tienen eliminación constante una vez que han sido
infectados.
En el perro la clínica varía dependiendo de si la infección es por L. i.
canícula, que puede provocar cuadros agudos afectando principalmente a riñón
(forma urémica), o cuadros crónicos con afección principal gastroentérica. Si la
afección es por L.i. icterohemorragiae que produce un cuadro icterico con
sintomatología nerviosa en los casos más graves.
En el cerdo, L.i. pomona afecta de forma diferente a animales jóvenes y adultos.
En animales jóvenes es enfermedad esporádica caracterizada por un síndrome
febril, anemia, ictericia, trastornos renales, vómitos y diarreas. En animales
adultos es más frecuente y se asocia a muerte perinatal o nefritis crónica, por
la afección del riñón.
En bovinos, L.i. grypothiphosa o L.i. icterohemorragiae provocan los mismos
síntomas. En la forma aguda aparece síndrome febril, mucosas ictéricas,
hemoglobinuria, y en vacas lecheras disminuye la producción y las mamas adoptan
tinte ictérico. La forma crónica se asocia a muerte perinatal.
En équidos aparece muerte perinatal o hepatoencefalosis.
El tratamiento etiológico se realiza con oxitetraciclinas en pienso o parenteral
durante 15 ó 7 días respectivamente. Se puede asociar a adoministración de
ampicilina en pienso y un tratamiento sintomático a base de antipiréticos,
antieméticos, hepatoprotectores, diuréticos y alimentación rica en hidratos de
carbono, sin muchas grasas.
La profilaxis médica se practica en animales de compañía y en explotaciones en
riesgo de porcino y bovino, vacunando a hembras y lechones a los 6 meses. Para
evitar la aparición de la enfermedad se recomienda el control de aguas
residuales y roedores.
Listeriosis
Enfermedad producida por especies del género Listeria que afecta a animales
domésticos, salvajes y al hombre, caracterizada clínicamente por tres formas
primarias y varias formas secundarias. Las especies patógenas de Listeria son L.
monocytogenes y L ivanovii, que son muy ubicuas (suelo, agua, lodo, trapos,
industrias) y resistentes a temperaturas extremas y pH muy variable.
Los animales, principalmente rumiantes y cerdo, actúan como portadores
inaparentes intestinales, así como los animales salvajes, que además actúan como
amplificadores. Son más sensibles a la infección los animales muy jóvenes o
animales muy mayores, al final de la vida productiva, sobre todo si están
inmunodeprimidos.
El contagio es por alimentos contaminados, en animales principalmente a partir
de ensilado, por utilizar pastos contaminados o por un mal procedimiento de
ensilaje.
Se pueden dar tres tipos de formas primarias o principales, con diferentes
sintomatología:
- Forma nerviosa o neurolisteriosis (enfermedad del torneo): es un proceso aguda
que no suele durar más de 5-7 días. Provoca alteraciones oculomotoras y de
masticación, con parálisis homolateral y sialorrea, disfagia y parálisis de la
lengua. Si se afecta el nervio vestíbulo coclear se produce el síndrome
vestibular o torneo. Además pueden aparecer ataxia, animales retrasados, con mal
equilibrio y síndrome corticoespinal caracterizado por excitación y depresión
alternante.
- Forma abortiva o mortalidad perinatal: se dan abortos en el segundo o tercer
tercio de gestación, sin retenciones ni metritis asociadas, normalmente los
fetos no están momificados. También pueden nacer animales vivos que mueren en
las primeras semanas.
- Forma septicémica: evolución aguda mortal en 24-48 horas, con síndrome febril
intenso, obnubilación, sintomatología nerviosa en las últimas horas y a veces
pueden aparecer procesos diarreicos.
Las formas secundarias suelen asociarse a cualquiera de las primarias, aunque es
más frecuente que se asocien a la forma nerviosa: conjuntivitis o
queratoconjuntivitis, rinitis, mamitis parenquimatosas, procesos septicémicos en
animales jóvenes o inmunodeprimidos, neumonías y endocarditis.
Las posibilidades de tratamiento son limitadas, la forma nerviosa puede tratarse
con betalactámicos y aminoglucósidos. Las profilaxis se debe basar en controlar
las fuentes de infección, sobre todo el ensilaje. Se están intentando
desarrollar vacunas en las zonas más afectadas.
Fuentes:
Cubero Pablo, M.J. León Vizcaíno, Luis, 1998. Enfermedades de los animales
Ailleo, S.E. 2000. Manual Merck de Veterinaira,
Acha, P.N, Szyfres, B. 2001. Bacteriosis y micosis
Quin, P.J., Maguin, D. 2002. Veterinary microbiolgy and microbial diseases.
Fichas técnicas de la OIE, www.oie.int