Sistemas de producción en porcino
Clásicamente, se consideran tres sistemas de explotación: Intensivo, extensivo y
semi-extensivo, dentro de cada uno de ellos caben numerosas variantes o
modalidades que responden a necesidades o finalidades concretas.
Sistema extensivo
La explotación extensiva se caracteriza por utilizar animales de biotipos
ambientales, normalmente razas rústicas y autóctonas, con un limitado poder de
transformación y bajos índices reproductivos.
El porcino extensivo se explota en España en la zona del sudoeste, en el
ecosistema denominado Dehesa, caracterizado por la coexistencia de encina,
alcornoques y pastizales de gramíneas y leguminosas. La explotación de cerdo en
extensivo está intimamente ligada a los productos y subproductos de la dehesa y
se divide en cuatro fases, denominadas de cría, recría, premontanera y montanera
o cebo.
El establecimiento estacional de las parideras está determinado por el
aprovechamiento de pastizales, rastrojeras y montanera, con diferentes niveles
de suplementación dependiendo de las épocas de escasez. Actualmente se trata de
agrupar todas las parideras en octubre, para producir animales que entren en
montanera con una edad entre los 14 y los 18 meses, con un peso inicial de
100-120 kg y terminen en febrero o marzo con un peso de 160-180 kg.
La cría se refiere al período de lactancia, que se extiende por un período de 56
días. Generalmente se realizan dos parideras por lote de cochinas, y los partos
se realizan en naves de paridera con cubículos de mampostería o en el sistema
camping. Los lechones a partir de los 21 días de vida y con un peso de unos 4-5
kg. comienzan a ser suplementados con cantidades crecientes de pienso de alto
valor proteíco.
La recría es el período comprendido entre la cría y la premontanera, y suele
iniciarse en el mes de enero, si la paridera es en octubre. Los cerdos son
mantenidos en cercados para aprovechar la hierba escasa del invierno y
suplementados con 1 kg aproximadamente de pienso equilibrado. Al comienzo del
mes de marzo los cerdos de recría tienen a su disposición los restos de bellota
de la montanera anterior y los pastos primaverales, con lo que a final del mes
de junio alcanzan un peso aproximado de 60 kg.
La premontanera comienza en el mes de julio y el objetivo fundamental de esta
etapa consiste en llevar a los animales desde los 60 a los 100 kg, que se debe
alcanzar antes del inicio de la montanera, en el mes de noviembre. Si no se
dispone de rastrojo de cereales para su aprovechamiento por lo cerdos durante
esta etapa, lo cual viene siendo muy habitual, se puede confinar a los cerdos en
cercados y administrarles una cantidad variable de pienso equilibrado entre 1’5
y 2 kg.
La montanera es el aprovechamiento por parte del ganado porcino de las bellotas
producidas por las especies forestales de la dehesa. Esta fase puede empezar en
el mes de octubre pero su mayor eficacia se encuentra entre noviembre y enero.
El cerdo entra en montanera con 90-100 kg y sale tres meses después con 150-165
kg.
Si no se alcanza un peso adecuado para el sacrifico al final de la montanera, se
puede suplementar con pienso, con lo que se recurre a la montanera parcial o de
recebo.
Sistema intensivo
Supone una forma de explotación altamente tecnificada dirigida a situar al
ganado en condiciones tales que permitan obtener de él altos rendimientos
productivos en el menor tiempo posible. En porcino se realiza la explotación
ultraintensiva, con animales en cubículos y ambiente totalmente controlado.
Hay que tener en cuenta que se pueden dar diferentes suptipos dentro del sistema
intensivo. Así podemos encontrar:
Explotaciones de producción de lechones. Son destetados y se venden
Explotaciones de producción de cerdos cebados. Compran lechones y los ceban con
destino a matadero.
Explotaciones de producción de reproductores. Son centros de selección de
reproductores.
Explotaciones de ciclo cerrado. Realizan todo el proceso en la misma
explotación, desde el nacimiento, lactación, recría y cebo. Se reponen de
reproductores con su propia producción, en ocasiones también se obtienen de
centros de selección.
Lo normal actualmente es la asociación de dos de los subtipos anteriores o el
ciclo cerrado, que es el más recomendable por la seguridad sanitaria que ofrece.
Caben dos modalidades de organización en la explotación. La primera es la
paridera continua o paridera tradicional, en la que cada hembra se cubre cuando
muestra un celo de forma que las cubriciones y por tanto también los partos se
suceden de forma continua a lo largo del tiempo. La segunda modalidad la
constituye la paridera planificada, en la que los partos se programan de manera
que se concentran en el tiempo los de cada grupo de cerdas en que se subdivide
el plantel de reproductoras. Cada uno de dichos grupos constituye un lote, o
conjunto de cerdas que se encuentran en el mismo estado fisiológico y se manejan
de forma conjunta. La consecución de partos concentrados exige la concentración
de las cubriciones y por tanto de los celos. Para lograr suficiente
simultaneidad en la aparición de celos de las hembras de un lote resulta
imprescindible proceder al destete simultáneo de todas las camadas de un mismo
lote.
Hay que tener en cuenta que la composición de un lote es dinámica, aunque el
número de ceras que lo componen sea constante, ya que una determinada cerda
puede dejar de formar parte de un lote concreto bien por ser desechada y
sustituida por otra de reposición, bien por no quedar gestante a la vez que las
del resto del lote. En el segundo caso, la cerda que no quedó gestante pasará a
un lote posterior y será sustituida por otra a la que le haya sucedido lo mismo
en un lote precedente, y como la probabilidad de que esto ocurra es la misma
para todos los lotes, el número de cerdas será prácticamente constante en todos
los lotes a lo largo del tiempo.
En la explotación porcina intensiva, el manejo por lotes es la opción más
recomendable, dadas las ventajas que ofrece, entre las que se puede destacar:
Posibilidad de realizar vacio sanitario en los locales en que puede aplicarse el
sistema todo dentro- todo fuera.
Manejo más racional del ganado, al coincidir para los animales de un lote casi
todas las operaciones.
Aumento de la eficiencia del trabajo del personal que cuida los animales.
Mejor aprovechamiento de la inseminación artificial, al concentrarse las
cubriciones.
Mejores condiciones para la comercialización de lechones o de cerdos cebados,
pues tendremos grupos suficientemente grandes de animales homogéneos con una
periodicidad previamente establecida.
Sistema semiextensivo o semiintensivo
Este sistema es una mezcla entre los dos anteriores, se realiza planificación de
cubriciones, paridederas y destetes y el ganado mantiene una alimentación basada
en recursos naturales y suplementación, mayor que la que se ofrece en el sistema
extensivo.
Las instalaciones suelen ser cabañas o casetas de campings. El ganado está en un
cercado relativamente grande en función del tamaño de cada rebaño y cuenta con
abrevaderos y comederos.
Fuentes:
Carlos Buxadé, 1996. Zootecnia, bases de producción animal. Porcinocultura
intensiva y extensiva